En todo hogar debe primar el amor, respeto, fidelidad, compañerismo y entendimiento, y si se tienen hijos se le debe adicionar la comprensión, control y tolerancia. Sin embargo, ¿qué entendemos como control y corrección en la crianza?, ¿Qué tan bueno son los castigos?, ¿Cómo se debe corregir a los niños o qué palabras son las más acertadas?
Para nadie es un secreto que muchos regaños, gritos, insultos, golpes y burlas se han salido de control en varias ocasiones, dejando el amor a un lado.
En Brilla Barranquilla conversamos con la psicóloga Laura Duque, experta en educación infantil, quien nos ayudará a entender un poco qué pasa cuando los niños son víctimas de maltrato en la familia.
Cuando un niño es maltratado crece basado en el odio, rabia y resentimiento. Asimismo, se comienza a criar a una persona insegura y débil.
“Igualmente, un niño que es agredido desde pequeño sea física o verbalmente, es casi seguro que llegue a ser maltratador, ya que considera que esta es la única forma de corregir o manipular sus emociones, de hecho, muchos crecen con rabias reprimidas y se desahogan de esa manera. En cuanto a las niñas maltratadas o que vieron como maltrataron a su madre, cuando sean adultas creen que es una situación que sus parejas las castiguen, insulten y peguen. También podrían convertirse en mujeres maltratadoras de sus hijos. Es el círculo de la violencia”, explica la experta.
Tristemente, muchos padres ven como algo normal los castigos y golpes, y hasta se basan en el famoso dicho: “¡a mí me pegaron y no me pasó nada!”.
Para la psicóloga Laura Duque es muy importante trabajar desde el hogar, reconstruir si hay que hacerlo, pero todo basado en los buenos valores, en el amor, el diálogo, la reflexión y el buen ejemplo. Un niño es como una esponja, todo lo absorbe, aprende a relacionarse con los demás observando cómo se relacionan sus padres y hermanos. “Es vital que velemos para que estas relaciones sean apropiadas y dejemos de llenar a nuestros hijos de juguetes caros, de celulares a temprana edad cuando no lo necesitan o videojuegos violentos. ¡Ojo, esto no educa! Solo confunde y crea una felicidad superficial”, recalcó la psicóloga.
Papás, cuando llegues a casa después de la jornada laboral, llena de abrazos a tus hijos y no de juguetes o dulces para comprarles la felicidad y compensar tu ausencia. Tu hijo necesita amor, afecto, diálogo y un ambiente muy seguro.
Si eres de esos padres que creen que golpeando o gritándole a sus hijos es la mejor manera de educarlo y corregirlo, pero se siente mal con esto, siéntate con ellos, reconócele que estás arrepentido y pídeles perdón por haberlos tratado así. Dile sin dudarlo lo mucho que los amas y busquen ser amables entre todos, respetarse y compartir más tiempo juntos, en familia. Recuerda crear hábitos saludables para todos.
Los más vistos
BIENESTAR
Sabemos que te gusta estar en constante movimiento. Déjanos tu correo y recibe artículos de bienestar hechos para ti.
Al diligenciar este formulario autorizo a Gases del Caribe S.A. E.S.P. Para tratar mis datos personales conforme a la política de privacidad que encuentra: AQUÍ