Finalistas Cesar
Lorena Baleta

Lorena Baleta y José Mendoza, un amor trigonométrico que sueña millones para remodelar su hogar

De golpe una persona promedio podría deducir que el seno, el coseno, la tangente, la cotangente, el secante y el cosecante, no tienen nada en común con el amor, no obstante, pese a que las medidas trigonométricas se podrían considerar lo más anti romántico del planeta, fue precisamente gracias a la trigonometría que los caminos de Lorena Karina Baleta Flórez y José Fabio Mendoza, se cruzaron hace 23 años y no se han vuelto bifurcar.

Lore, tal como la llama José, fue la encargada de explicarle al hoy odontólogo, una tarea de trigonometría hace ya más de dos décadas en su natal Villanueva, ese pequeño municipio de La Guajira que los vio nacer y en donde las líneas rectas de sus destinos se cruzaron un día gracias a las obligaciones escolares.

Luego de ayudarle a José a descifrar las razones trigonométricas planteadas en su viejo cuaderno de hojas cuadriculadas, Lorena y José se siguieron viendo y poco a poco fueron construyendo un camino trazado en una línea recta que los llevaría primero a la capital a culminar los estudios en psicología de Lorena y los de odontología de José. Una vez terminados sus estudios profesionales, la pareja se casó, volvió al calor del Caribe, se estableció en Valledupar y encargaron su primer hijo.

Los caminos de la vida se andan paso a paso, aunque a veces se nos antojen veloces como un espabilar y complejos como un cubo rubik, como un cuadrado de colores o como el coseno de un isósceles. Lore y José ya tienen dos hijos y están casados hace 13 años, aunque el sueño de construir un hogar estable y duradero haya empezado precisamente hace 23 y gracias al coseno y la tangente de una figura trigonométrica ya olvidada. 

Hoy en Valledupar y bajo el techo protector de su vivienda propia, la familia sigue construyendo sus sueños con esfuerzo, dedicación y trabajo duro. Hace 8 años habitan esta casa, este hogar que han venido mejorando paso a paso. 

A Lorena que es una mujer trabajadora y dedicada, tal como la describe el padre de sus hijos, la apasiona la cocina, y fue precisamente en este espacio, el mismo al que ella sueña ver transformado y modernizado, en donde recibió la buena noticia de que su familia había resultado beneficiada entre miles de familias del departamento del Cesar, en la campaña “Sueñamillones. Millones para cumplir tus sueños”.

La familia en pleno estaba reunida en el patio viendo televisión mientras esperaban que Lorena los deleitara como siempre con una de sus exquisiteces, en ese momento entró la llamada, aunque la psicóloga y docente universitaria se alegró por su buena suerte, también tuvo momentos de duda que luego pasaron a emotivos chispazos de felicidad.

“Si llegásemos a ganar el premio de los 20 millones lo utilizaríamos remodelando la casa, remodelar la cocina, me gusta la buena cocina y que mejor para eso que contar con espacio agradable, un espacio bonito, me permitiría inspirarme mejor para cocinar y hacer feliz a mis hijos y mi esposo que son el motor de mi vida”.

Gracias a Brilla esta familia asegura haber cumplido varios de sus sueños, porque han logrado adquirir de manera sencilla, cómoda y práctica, algunos elementos fundamentales para el hogar que terminaron mejorando su calidad de vida.

Para José que su familia haya salido beneficiada entre miles, es más que una bendición, porque nunca pasó por su cabeza ganarse un premio, “estamos ilusionados y ojalá nos ganemos el primer premio”.

Sobre su esposa y compañera de sacrificios y sueños, solo nacen de su corazón un ramillete de rosas perfumadas. “Ella es una mujer muy hogareña y trabajadora, muy dedicada a su labor como docente, muy comprometida con lo que hace y en la casa está muy pendiente de todo. Es muy buena cocinera y tiene una sazón increíble, le hemos dicho incluso que por qué no monta un restaurante”.

No es capricho que tanto Lorena como José, una pareja nacida de un amor trigonometral, sueñen con remodelar la cocina, que es en últimas el corazón de toda casa, el centro del triángulo, la pepa del cubo. 

“Quiero invitar a todos los que me conocen, a mis familiares, a mis amigos, a mis vecinos y compañeros para que voten en esta campaña y me ayuden a cumplir mi sueño de remodelar mi casa, mi cocina, los invito a todos a que voten y me apoyen”, invita Lorena llena de esperanza y con el sueño intacto de obtener esos 20 millones.

La vida no es un cuadrado, tampoco las exactas medidas de precisión de un coseno, o de una tangente, así como uno más uno no da siempre como resultado el previsible dos. Para este amor que arrancó en medio de un seno trigonométrico tampoco están dados los cálculos perfectos, lo cierto es que para ellos, el lazo que los une ha sido y será siempre mucho más fuerte que un análisis matemático y es tan simple como esa enorme felicidad que les traerá el cumplimiento de sus sueños representando esta vez en la contundente cifra de 20 millones. 

Gabriel Murcia

Gabriel y Beatriz sueñan juntos millones para reconstruir la casa y el hogar

La casa de Gabriel Murcia Collazos y su esposa Beatriz Helena Molina Ariza tiene un valor simbólico y sentimental muy especial, el matrimonio que lleva ya 31 años, ha vivido con sus altibajos por lo menos 23 vueltas al sol bajo este techo que hoy simboliza la reconciliación y los nuevos comienzos.

El matrimonio como la casa sufrió por 4 años los efectos del tiempo y de la distancia. Durante este periodo en que la relación quedó en pausa, la casa fue habitada por otros familiares y los 4 hijos fruto de los mejores tiempos de esta unión, también decidieron abandonar el nido que les sirvió de cuna. 

Hoy estas paredes vuelven a brillar, los pisos y las ventanas parece que sintieran el empuje de la esperanza y de las nuevas oportunidades. Gabriel y Beatriz decidieron dejar las diferencias de lado y volver a juntar esfuerzos, sueños y voluntades y no volver a separarse y no hay mejor espacio para esta reconciliación que el lugar en donde nacieron la mayoría de sus hijos, es por eso que hoy ‘Brilla’ en este hogar otro rayo de luz, desde que la pareja decidió volver a la casa, intentarlo de nuevo y darse otra oportunidad, por eso decidieron renovar muchas cosas en la casa, justo ahora que el tiempo ha empezado a reclamar lo suyo, ellos también decidieron anteponer todas las diferencias para estar juntos otra vez.

“A raíz de la separación la casa quedó un poco olvidada, no se veía igual que cuando estábamos nosotros aquí. Fue muy dolorosa la separación, muy dura, pero lo mejor es que todo fue superado. El sueño es tener la casa bonita para que vuelva a brillar la felicidad en este hogar, que los nietos puedan disfrutar de la casa en muy buen estado. Ese es el sueño de mi esposo y el mío, que la casa siempre se vea bien y que nosotros estemos bien”. 

Gracias al crédito Brilla la familia Murcia Molina ya empezó reconstruir todos sus sueños junto a la reconstrucción de su vivienda. Empezaron a reparar los techos, las pinturas de las paredes y como si la buena fortuna hubiera decidido acompañarlos en sus proyectos de renovación de votos y de felicidad, Gabriel y la familia resultaron beneficiados entre miles de familias del departamento del Cesar, en la campaña “Sueñamillones. Millones para cumplir tus sueños” de Brilla y hoy tienen la posibilidad de ganar entre 5 a 20 millones en materiales para la construcción y electrodomésticos. 

De acuerdo con Beatriz y el mayor de sus hijos, con los 20 millones del premio mayor, la familia invertiría en arreglar uno de los baños de la casa que necesita mantenimiento, el piso, el techo, cambiar la reja, su idea es renovar la casa en todos los aspectos, arreglar todos los detalles para que la casa quede “más hermosa”, dijo Beatriz con un destello de esperanza que se adivina en sus pupilas. 

Para el hijo mayor de este pensionado del Ejército, la casa que sirvió de cuna a sus hermanos menores simboliza la unión de sus padres, su reconciliación, “la idea es que brille la casa al lado de la felicidad de nuestros padres. Ellos se merecen ganarse este premio porque representan la unión familiar y la reconciliación”.

El hijo mayor de esta pareja que decidió apostarle a una nueva vida, recuerda que esta casa que lo vio crecer, tiene un valor sentimental enorme, cuando sus padres se separan ellos también tomaron caminos diferentes, “nos fuimos a vivir a ciudades diferentes, después de casi cinco años los hermanos nos volvimos a reunir y empezamos a trabajar para que ellos también se unieran y ambos decidieron volver a la casa y ahí se pensó en arreglar la casa para que el regreso estuviera colmado de armonía y que la felicidad del recuentro se viera plasmada desde la misma casa” contó. 

Hoy con la casa nuevamente habitada por quienes la levantaron y le brindaron ese calor humano necesario, la familia Murcia Molina se ha dado la oportunidad de volver a soñar unida y esperan que tanto amigos y familiares los apoyen con su voto y así poder seguir soñando millones fraternales, millones de esperanza, millones de nuevas oportunidades que le permitan seguir celebrando unidos la vida y los sueños que se construyen desde ese robusto edificio que es la familia y el hogar.  

Sandra Mercado

De la mano de Dios, así sueña Sandra con ganarse los millones para arreglar su negocio

Sandra Margarita Mercado, vive en el barrio 450 en Valledupar. Desde hace dos décadas se dedica a embellecer a los demás, a hacer que los otros luzcan un buen estilo en sus cabellos, uñas y rostros, ella es una avezada estilista de oficio, pero también es una audaz soñadora de corazón.

La suerte le ha sonreído más de dos veces y aún retiene nítido en su memoria el día en que vio uno de sus principales sueños hecho realidad. De aquella feliz mañana hacen ya 16 años, cuando Sandra y sus tres pequeños recibieron las llaves de un rancho propio. A la en ese entonces madre soltera que peleaba por sacar ella sola adelante a sus tres hijos, la vida la premió con una vivienda de interés social.

Sandra se instaló llena de esperanzas y sueños por cumplir, en ese modesto rancho de una sola pieza en donde dormían ella y sus tres retoños. Paso a paso y gracias al esfuerzo mancomunado de la familia, el pequeño ranchito fue creciendo, ampliándose, tomando la forma de los sueños de todos, porque esta familia aprendió a soñar unida. Con los años, la familia y los sueños crecidos, la casa se fue ampliando al ritmo que le tocaba la misma vida. Porque toda mujer aguerrida sabe bailar al son del tango que le toquen.

Sandra ha pasado por mucho, un amor que se marchitó pronto, luego llegó la soledad, el trabajo duro, la responsabilidad de la maternidad en soltería, también le tocó hacerle frente a la enfermedad y pese a todas esas vicisitudes, nunca se dejó amilanar y en medio de su lucha por sacar adelante a sus tres tesoros, volvió a tocarle la puerta el amor, de eso hace ya dos lustros y de golpe floreció la esperanza, la compañía y los intereses compartidos. “Siempre he ido de la mano de Dios, perseverando, buscando los sueños y dando todo de mi”.

Su compañero es un avezado soldador y entre los dos, trabajan duro para poder sacar adelante el pequeño refugio que han venido construyendo con el sudor de sus frentes. Para ayudarse en la economía familiar, Sandra, además de intervenir la apariencia de sus clientes, también le mete corazón y sazón a su cocina. Cada quince días prepara unos almuerzos especiales y colectivos que ofrece en un reconocido fondo de empleados de la ciudad. 

Hace varios años Sandra manejaba un próspero salón en el Centro de la ciudad, pero algunos problemas de salud hicieron que trasladara el salón y la misma clientela a su propia casa y desde entonces se ha preocupado mucho más por las cosas del hogar. “Desde que trasladé el negocio para la casa me he preocupado mucho más por arreglarla, por tenerla bonita, estar pendiente de cada cosa que falte”. 

Iba en un taxi camino a la iglesia cuando recibió la buena nueva de que ella y su familia resultaron beneficiaros de la campaña “Sueñamillones. Millones para cumplir tus sueños” de Brilla. En el momento en que recibió la llamada no lo podía creer y le fue casi imposible salir del asombro y no es para menos, ella y su familia resultaron beneficiados entre miles de usuarios en todo el departamento del Cesar, les resultó más que una bendición y el asombro le dio paso a la dicha, a la felicidad.

“Enseguida llamé a mi marido, llamé a mi hija, llamé a mis hermanas para contarles la buena noticia. La verdad es que de la emoción casi ni he podido dormir. Si llegó a ganar el premio de los 20 millones ayudaría a mi mamá con su casa y también arreglaría aquí. El techo, acondicionaría el patio y si alcanza hasta pondría un plafón. También trataría de arreglar mi negocio que me hacen falta todavía unas cositas”. 

Para Dayana Escorcia, la hija mayor de Sandra, su madre es merecedora del premio de 20 millones en materiales para la construcción y electrodomésticos, porque es una mujer muy luchadora, perseverante, “ella es una mujer que cada día se propone metas y las consigue, ha sido el pilar de nosotros. Ella quedó sola con tres hijos y los sacó adelante, aquí estamos nosotros, todos somos estudiantes, profesionales de alguna manera gracias a ella”.

Dayana agradece a su madre la crianza que les dio porque les pudo transmitir con su ejemplo un valioso tesoro que se traduce en los valores y principios en los que se fundamenta hoy en día su vida. “Ella es mi héroe y mi mejor espejo. Por eso estoy segura que ella se merece este premio más que nadie”.

Sandra sueña millones desde su pequeño negocio al que quiere ver mucho más pulido, incluso con mejor estilo del que se precian los clientes que la visitan a diario para hacerse un cambio a veces pequeño, otras modesto, incluso extremo, igual al que ella sueña ver materializado en su vivienda y en su pequeño local, en el caso de que la fortuna le vuelve a sonreír, esta vez con 20 millones de razones que le ha traído Brilla hasta la puerta de la casa. 

Con el apoyo de:

Separador Brilla